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Introducción
Los rasgos de personalidad se consideran patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar.
Cuando son inflexibles y desadaptativos se convierten en trastornos de personalidad, apartándose de la cultura del sujeto. Se inician entre la adolescencia y la adultez y son estables en el tiempo causando deterioro funcional o malestar subjetivo.
En los trastornos de la cocaína en la personalidad, la relación entre consumo de drogas y los trastornos de personalidad no es fácil de entender, ya que en ocasiones se desconoce si el consumo de sustancias lleva a un patrón de personalidad desadaptativo, si modula rasgos de personalidad previos o si son independientes.
¿Cuáles son los trastornos de personalidad más frecuentes en adictos?
Algunos estudios señalan que los trastornos de personalidad más frecuentes en relación al consumo de drogas son el límite y el antisocial; seguidos del trastorno por evitación, pasivo-agresivo, obsesivo-compulsivo y esquizoide.
- El trastorno límite se caracteriza por la dificultad en la regulación de emociones, que provoca cambios bruscos de estado de ánimo, inestabilidad en relaciones interpersonales, impulsividad y problemas de autoimagen.
- El trastorno antisocial implica manipulación, explotación o violación de los derechos de otras personas sin remordimientos.
- Trastorno por evitación: se caracteriza por la inhibición social, sentimientos de inadecuación, hipersensibilidad a la evaluación negativa, al rechazo y a la desaprobación y evitación de interacciones sociales.
- Trastorno pasivo agresivo: es un patrón de expresar indirectamente los sentimientos negativos y no hacerlo abiertamente; suponiendo una desconexión entre lo que la persona dice y lo que hace.
El consumo de drogas en determinados trastornos cumple la función de desinhibición del comportamiento, reducción del estrés, y sensibilidad a la recompensa. Generalmente los sujetos con trastornos de personalidad consumen drogas con más frecuencia, son más impulsivos y compulsivos, presentan más problemas psicopatológicos, más insatisfacción general con sus vidas y más aislamiento.
Según estudios si consumidores de drogas sometidos a tratamiento presentan trastornos de personalidad tienen más dificultades para mantener la abstinencia, sufren recaídas, tienen baja adherencia al tratamiento y por tanto lo abandonan más fácilmente que el resto de los sujetos.
Prevalencia de estos trastornos de personalidad en la población
Por tener algunos datos de referencia, los trastornos de personalidad en la población tienen una prevalencia de entre un 10 y un 15%, en cambio en consumidores de drogas se da en un 35 a 73% de casos . No obstante, en casos concretos de la asociación entre trastornos de personalidad y consumo de cocaína, las cifras rozan el 90%.
Vemos que determinados rasgos de personalidad pueden destacar más por el consumo de drogas y, por lo tanto, con la abstinencia continuada también pueden atenuarse.
La investigación sobre la presencia de trastornos dela cocaína en la personalidad entre los adictos es fundamental para la práctica clínica ya que permite establecer cuatro aspectos importantes a la hora de intervenir en la recuperación de estos pacientes:
- Valorar la probabilidad de implicación en el tratamiento y por tanto su cumplimiento
- Modificar las características del tratamiento para individualizar y adaptarlo al paciente en concreto
- Establecer concretamente los objetivos terapéuticos
- Determinar las necesidades terapéuticas de forma más rígida o más flexible
Trastornos de la cocaína en los adictos
En el caso concreto de personas con dependencia a la cocaína, los trastornos de la cocaína en la personalidad afectan a dos de cada tres pacientes; siendo los más prevalentes el trastorno de personalidad por dependencia y el pasivo-agresivo. Los pacientes del primer perfil (trastorno de personalidad por dependencia) son sujetos con una sensación básica de indefensión e inseguridad, que buscan afecto, seguridad y consejo en sus relaciones mediante el consumo, que mejoraría aparentemente (y de forma ficticia y transitoria) la sensación bienestar.
Los sujetos con trastorno de personalidad pasivo agresivo suelen ser personas con dudas frecuentes y vacilación entre seguir sus propios deseos o los de terceras personas. Suelen actuar de forma impulsiva, errónea y con discrepancias. Esto coincide con el perfil de pacientes cocainómanos que acuden a centros de recuperación: reconocen los efectos negativos de la droga, pero a la vez la idealizan, confiando en poder controlar el consumo sin tener que abandonarlo definitivamente.
Bibliografía
- López Durán, A. y Becoña Iglesias, E. (2006). Patrones y trastornos de personalidad en personas con dependencia de la cocaína en tratamiento. Psicothema, 18(3), pp. 578-583.
- Lorea, I., Fernández-Montalvo, J., López-Goñi, José J., y Landa, N. (2009). Adicción a la cocaína y trastornos de personalidad: un estudio con el MCMI-II. Adicciones, 21(1), pp. 57-64.
Poco más puedo decir sobre este tema, creo que en mis dos comentarios anteriores ya lo he dicho todo…..!!!!… NO OS AISLEIS Y PEDIR AYUDA, RECONOCER LO QUE OS PASA…Y DEJAROS AYUDAR. Es lo único que se me ocurre decir….y sobre todo, no sentir vergüenza. Porque salir de algo así, no es fácil es una lucha que solo los que la pasan lo saben/sabéis. Un abrazo 🙅🏼♀️🙅🏼♀️🙅🏼♀️.
Así es Núria, superar la adicción es un proceso que requiere de mucha constancia y concienciación, pero es posible. Como dices, el primer paso es pedir ayuda y dejarse ayudar. Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.